David Susan
El camino hacia la realización personal y el éxito profesional raramente describe una línea recta. Si preguntas a cualquiera que haya alcanzado sus metas más importantes en la vida. probablemente te dirá que en su trayectoria siempre se ha encontrado con obstáculos y desvíos inesperados. ¿Qué diferencia a esos individuos capaces de dominar este tipo de desafíos de aquellos que se quedan a mitad de camino? La respuesta es la agilidad emocional. La reconocida psicóloga Susan David descubrió que. más que la inteligencia. la creatividad o la personalidad. es la forma en que gestionamos nuestro mundo interior nuestros pensamientos y emociones lo que finalmente determina que alcancemos o no nuestros objetivos. Todos. incluso los emocionalmente ágiles. tendemos a morder anzuelos que nos arrastran en la dirección equivocada: la autocrítica. la vergüenza. la tristeza. el miedo o la ira. La clave. sin embargo. está en que los emocionalmente ágiles saben adaptarse a las circunstancias. actuar en consonancia con sus principios y realizar pequeños. pero poderosos. cambios que los resitúan en la vía del crecimiento. La agilidad emocional no busca ignorar las emociones y los pensamientos difíciles o incómodos. sino contemplarlos con calma. enfrentarlos con valentía y compasión y. finalmente. superarlos para poder sacar lo mejor de uno mismo.