Esta obra permite acercarse al problema jurídico que supone superar el lugar común del cuestionamiento sobre quienes toman las decisiones jurisdiccionales. para centrarse en otro más profundo y complejo: ¿cómo es posible ejercer control real sobre aquellos investidos de autoridad que deciden el estado de las cosas en los asuntos que devienen en litigio? La autora se introduce en el centro del problema y lo hace desde la ciencia y desde su experiencia en la judicatura. Así. nos lleva a entender a la jurisprudencia como un mecanismo que determina los criterios judiciales obligatorios en los que se deben fundar las decisiones de los juzgadores.