A través de las distintas historias institucionales que conforman este volumen se describe el proceso mediante el cual las políticas evaluatorias han reorientado los programas de enseñanza de las ciencias antropológicas, provocando tanto la reorganización de los recursos académicos disponibles como el fomento de ciertos modelos de enseñanza-aprendizaje en todos los niveles de formación. Son precisamente estas transformaciones y su impacto, en distintas escalas y grados de magnitud, en las condiciones de formación y producción del conocimiento antropológico, los ejes que pretenden nutrir la reflexión comparativa sobre el desarrollo de la disciplina en los últimos treinta años que aborda esta obra.