Es Benjamín Franklin un hombre que tiene. si pudiéramos hablar en términos musicales. un tono asordinado. y si pudiéramos hablar en matices. un tono gris. En su vida no hay esas explosiones de energía sublime. ni esos momentos que sintetizan y hacen florecer un alma humana; a lo largo de toda la suya hay un tono. medio y sostenido. sin subidas ni bajadas bruscas. y al que no se asocia fácilmente la idea de brillo ni la de excepción. Es un hombre que se parece a todo el mundo. todos se pueden sentir prójimos suyos. es. si no hubiera un poco de contradicción en la palabra. el genio del sentido común.