Al principio estos libros eran bien común de todas las clases sociales. Sólo el Humanismo y la Reforma limitaron su difusión a las clases bajas del pueblo. Con el acrecentamiento de la educación en los siguientes siglos. en el que también la mujer participaba. fueron sustituidos por las largas novelas de caballería y de pícaros del barroco como el Amadís. o por las sentimentales novelas inglesas de Richardson. las alemanas de Harsdorffer. Zesen y otros. Todavía Goethe relata de su ciudad. Frankfurt. que los ropavejeros. en una mesa delante de sus casas. ofrecían libros populares de esta clase. impresos miserablemente en papel barato. y que él y sus amigos los compraron y devoraron con entusiasmo.