Tomábamos café junto todos los días. Y después nos íbamos a hacer el amor. en mi departamento o en el suyo. Después de hacer el amor con Lenore. miraba las marcas que mis dientes había dejado en su carne. Podía ver con nitidez las señales de mis dientes y Lenore pedía un espejo para verlas también. y contemplábamos con cierto éxtasis aquella configuración de nuestro amor. A veces la mordía con tanta energía que le salía sangre. lo cual me molestaba. yo no era vampiro de cine. y evitaba que eso sucediera.