¿Podemos aumentar la inteligencia del bebé mediante juegos y ejercicios? La respuesta es sí: al nacer, el cerebro del ser humano es muy inmaduro en comparación con el del resto de los animales. Un recién nacido posee una parte ínfima de las capacidades que llegará a adquirir con el paso de los años y es mucho más dependiente de sus padres cualquier otra especie. La razón es que su cerebro no está programado, sino que es prodigiosamente moldeable. Aprovechar esta gran capacidad de aprendizaje y adaptabilidad del cerebro es el objetivo de la estimulación temprana.