Hasta la aparición de esta obra, los fotógrafos Cachú eran apenas estrellas fugaces en la historia de la fotografía de la Revolución mexicana. Narrada en actos como una obra de teatro, nos da cuenta de la historia del archivo fotográfico, como una joya familiar atesorada por sus descendientes, quienes conscientes del valor histórico del mismo, nos comparten la historia de sus ancestros. Situados cómodamente en el sofá de la sala de la familia Cachú, Balcázar nos cuenta la biografía de los hermanos Antonio y Juan, de sus andanzas por su terruño michoacano y por la región del Bajío, así como los pormenores de su doble vida itinerante siendo fotógrafos de día y teatreros de noche. Desde la metodología de la historia visual y la microhistoria, la autora analiza la fotografía de los hermanos Cachú, acercándonos amenamente a su estilo propio, a los temas recurrentes frente a su lente, y sobre todo al registro del momento histórico en que se ven inmersos: la Revolución. Aunque oriundos del estado de Michoacán, la autora rompe con la historia regional clásica y propone el concepto de microhistoria visual para explicar el medio geográfico, cultural y político donde se desarrolló el teatro y la fotografía de los hermanos Cachú. De este modo, a partir de la historia de una familia de fotógrafos, Balcázar llama nuestra atención para mirar una historia de la fotografía de la Revolución desde otra perspectiva, la vida cotidiana de aquellos que valoraban su trabajo con la consciencia de ser testigos de su momento. Nuestra memoria e identidad cultural halla así cobijo entre las sales de plata de Cachú Hermanos, fotógrafos. Una microhistoria visual de la Revolución