Dino Campana nació en Marradi en 1885 y murió en el Hospital Psiquiátrico de Castel Pulci de San Martino alla Palma en 1932. Sus Cantos órficos son el testimonio de ?la tragedia del último germano en Italia?, según la dedicatoria del autor ?a Guillermo II, emperador de los germanos?. Publicado en 1914, este libro fue editado en su pueblo natal, gracias a una colecta entre amigos y familiares, y rápidamente suscitó el desconcierto y la animadversión de los escasos críticos florentinos que no simpatizaban con el seguidor de Wagner y Nietzsche. Son reconocidas las versiones al español de Guillermo Fernández (El Tucán de Virginia, México, 1990) y de Carlos Vitale (DVD Ediciones, Barcelona, 1999). No es casual que Eugenio Montale subraye en forma tan nítida ?la naturaleza más personal y oscura del mensaje bárbaro de Campana?. Porque esa ?barbarie? es puesta de manifiesto por él mismo de manera explícita, no una sino muchas veces, ya al comienzo de aquellos Cantos órficos (1914), su único libro, y también a todo lo largo de la obra. Barbarie contrapuesta con orgullo a toda civilización en verdadera decadencia; barbarie como búsqueda de la inocencia y la disponibilidad del primitivo (y por qué no, del niño); barbarie también como coartada, quizá como cortina de humo. donde siguen latentes las fuentes nutricias, primigenias de lo humano, los manantiales hasta ahora inextinguibles de todo terror, de todo amor. Pero nunca barbarie puesta en pose, fingida, pretendida, barbarie de disfraz, falsa barbarie.
Rodolfo Alonso