Este libro propone un viaje por la ciudad de México, desde 1940 a la megalópolis actual, a través de fotos de la vida cotidiana. Sostiene que la experiencia de los viajeros metropolitanos es la del desorden y la congestión, la soledad dentro de la multitud, el aprendizaje para cruzar territorios desconocidos y confrontarse con las múltiples culturas que se mezclan en tumulto.