Ciudades de miedo y encierro fue concebido en prisión. La primera parte, «Ciudades de miedo», alberga cuentos con protagonistas dotados de una complejidad psicológica aguda. Encontramos humanos sumergidos en la locura de una cotidianidad monótona y asfixiante, dentro de una sociedad aspiracionista y de consumo. Pero también personajes que persiguen utopías con ideologías de liberación y un espíritu de lucha transgresor de las normas sociales. La segunda parte, «Encierro», contiene cuentos que nos acercan a una cárcel cualquiera y a sus áreas, psiquiátrica, médica, túneles oscuros y malolientes, y a personajes vivos o muertos llenos de detalles y costumbres extrañas. Seres que buscan la libertad, aunque algunos nunca la alcanzarán y otros cuestionarán el sentido de la misma. Esta sección contiene misticismo, refleja la lucha por la supervivencia y el poder en un contexto adverso. La profunda tristeza aplastante que se vive en prisión se presenta como sátira y hasta con cierta comicidad. Ambas partes, «Ciudades de miedo» y «Encierro», comparten un desenlace que el lector o la lectora descubrirá a través de estos personajes cuyas historias se enlazan de manera sutil, dejando ver que la condición humana nos une como sociedad «libre» o privada de la libertad.