Ferreira Gullar busca con Ciudades inventadas una estrecha alianza entre la fantasía y la reflexión. Sus ciudades abren las puertas para aquellos viajeros que ansían jornadas inéditas a través de pretextos incidentales de la historia que, por la mera caricia de una prosa evocadora, se transforman en parodia y en complicidad, donde el guiño del creador propicia una vasta reflexión.