Lama, Dalai
En lo más profundo de nuestro ser, todos deseamos la felicidad. Siempre humilde pero constantemente inspirador, el Dalai Lama parte del supuesto de que, en lo más profundo de nuestro ser, todos deseamos la felicidad. Y nos recuerda que para ser felices lo importante es fomentar los aspectos positivos y útiles de cada uno de nosotros a la par que atenuamos los negativos. La mejor manera de hacerlo, afirma, es cultivando la compasión. Su Santidad no limita el ámbito de su análisis a las relaciones con nuestras amistades y familiares, sino que subraya la importancia de la compasión entre las naciones y las distintas religiones. La compasión no puede ser verdaderamente transformadora, añade, hasta que no se haga extensiva a todo y a todos, incluso a aquellos que nos causan daño. Adoptando esta actitud seremos capaces de cambiar el mundo para mejor.