Mirar es, en apariencia, ejercicio cotidiano. El ojo está alerta para observar todo aquello que nos sorprende o que nos ilustra la realidad de todos los días.Aún así, existen profesionales que usan este procedimiento más allá de lo previsible, porque para ello lo utilizan de manera imaginaria, con lo que trascienden y llevan a cabo su labor. Con esta idea, que rebasa las intermitencias de una visualidad simple, la fotógrafa Norma Patiño logró retratar a más de cien creadores nacionales e internacionales. Esto ha quedado en Diálogos de la mirada, obra ejemplar que habla de la consistencia de establecer ese intercambio, siempre amistoso, con los artistas a quienes convocó gracias a su cámara manejada con la destreza que es parte de su indudable labor plástica.