La historia reciente traumática de América Latina debe ser reconocida confrontada desde diversos ámbitos y perspectivas. Al esclarecimiento de los crímenes perpetrados debe integrarse también la obligación de dar cauce jurídico a las violaciones a los derechos humanos cometidas por los actores de la violencia política. También es una condición indispensable que se desarrolle y consolide en la cultura política de cada país un consenso en torno a que los hechos ocurridos sólo podrán ser conjurados en el futuro en la medida en que exista una conciencia ética sobre éstos, amparada en el hecho de que las responsabilidades históricas, legales y morales de la violencia sean claramente conocidas y juzgadas.En esta obra se presenta, por un lado, un abordaje de los dilemas de la historia reciente de la región y, por otro, un planteamiento en torno a la justicia transicional en América Latina, haciendo énfasis en dos casos concretos, el peruano (Comisión de la Verdad y Reconciliación) y el mexicano (Fiscalía Especial para los Movimientos Sociales y Políticos del Pasado), que, compartiendo semejanzas, pero también presentando notorias diferencias, pueden dar algunos referentes sobre el estado de la cuestión en nuestro continente. En última instancia, este libro aspira a reconocer la palpitante actualidad del pasado que no pasa en nuestra región y en nuestros países: un pasado incómodo y doloroso que debe ser conocido y comprendido desde y para nuestro presente, desde el que pretendemos construir el futuro.