En El jugador. de 1866. tuvo la oportunidad de realizar una autointrospección y colocar la ruleta. que tantos giros dio a su vida. como protagonista en una historia donde los personajes dan cuenta del carácter de las clases acomodadas en una Rusia zarista muy asimilada a las formas europeas occidentales. a las que siempre aspiró la burguesía rusa. En El sueño de un hombre ridículo. de 1877. utilizó el recurso de un narrador participante y protagonista que cuenta los pormenores de un sueño al que dio el significado de revelación. La soledad de este hombre. como la de todos los hombres. se enfrenta a los enigmas de la existencia y a la búsqueda de su sentido.