Vegas , Almudena.
Hemos vuelto, pero no para quedarnos. Hemos vuelto para embriagarnos de ella, de su espíritu que aún nos ronda en este suelo rojizo. Y lo hace en el interior de su casa, al igual que en el jardín.Túmbate sobre aquella fina arena, junto al mar. Déjate llevar por las olas y mecer por sus peces dorados, como hacen con los pasos en Jerez y Sevilla que tanto te gustaban. Tíñete del sol, de sus rayos.