Los textos contenidos en el libro abordan experiencias que poblaciones indígenas y no indígenas han dado en defensa de sus territorios frente a los múltiples efectos que provoca la embestida del capital: el despojo de los territorios ocupados ancestralmente por poblaciones indígenas y por campesinos que abastecían los mercados internos; la contaminación del agua, del ambiente, de los suelos, la privatización del agua, afectando la agricultura tradicional, provocando hambrunas y migraciones masivas de campesinos, indígenas y pobladores para buscar los medios de vida que se han perdido en los lugares de origen; la exposición cada vez mayor a la violencia que el crimen organizado ejerce impunemente para acelerar el despojo o la emigración; la pérdida de la soberanía alimentaria y la soberanía nacional que permita afrontar tales problemas desde la perspectiva de los intereses de la población y no del capital. Las poblaciones estudiadas han reaccionado en defensa de sus intereses, que son de manera inmediata la defensa de la naturaleza y la vida, y lo han hecho a partir de formas de organización colectiva y de movilizaciones que postulan formas alternativas de organización social a las que el capital impone, reivindicando el carácter colectivo de la producción y el autogobierno local, las formas heredadas de los ancestros, o adaptando viejas formas colectivas con proyecciones de un futuro alternativo posible que coloque como prioridad a la vida y no a la acumulación de ganancias. Los seis textos que conforman esta obra exponen, visibilizan, caracterizan y analizan las tensiones y disputas políticas que se dan por el territorio en variadas experiencias de México, Brasil y Bolivia, así como diversas respuestas sociales frente al despojo y sus implicaciones.