, Louvre.
La atención es el objetivo del ruido, así que me permití observarlo.Parecía que una puerta entreabierta podría ser la señal perfecta del espionaje, una tentación para la curiosidad. Así lo era. Unas hojas se abrieron de par en par como un libro, con todas las hojas en blanco.Algo en mí me impulsó a agarrar el bolígrafo sintiendo que podría comenzar una batalla. ¿Y si quiero escribir algo; decido mancillar su claridad? Suficiente sería acuchillarlo con la tinta que me he apoderado para sentirme satisfecho... O quizás con eso consigo que tenga la historia que necesita además de un final que asombre al autor.Así fue como escribí mi nombre.