ILIANA GODOY
Desde el centro del remolino. el paisaje. los metales y sus aristas en su propia muerte hacen un ajuste de cuentas a cada sitio. a cada hombre que existe con o sin Dios. Así se escribe Glaciares y se enfría nuestra alma.. Aunque el poemario de Iliana Godoy se renueve lleno de entramados y paisajes verbales e inéditos. nuestros témpanos negros caen y se extinguen indiferentes ante las páginas de quien. en la monotonía. se derrite. Quizá. por ello. la frialdad de Glaciares reconstruye Manhattan. Harlem y Nueva York. sin olvidar el derredor y sus negros. arquitectos del misterio. para caer en un precipicio sin fondo.. Glaciares revela poemas conmovedores. bajo las travesuras de un joven enjaulado en la masturbación o en su frialdad de muerto. La voz lirica de Godoy. pensante. creativa. otorga una visión de pesadilla. una modernidad desfigurada en el asombro; una emoción fría. hecha hielo en su rango y abandono. en las súplicas del lector metal y del lector-milenario infierno.. Glaciares es también la visión personal del desarraigo 'fragmentario y eterno'. y por ello más profundo y oscuro; es ápice en los labios furibundos de un yo lírico. en los labios creativos y reflexivos de mi querida maestra Iliana Godoy.. Javier Gaytán Gaytán. Coordinador de la serie Letras de Manantial
