Sé de la fuerza vibratoria del amor. Palpito consciente con la energía divina. Disfruto el mar lo mismo que la montaña; la ciudad me abruma y el campo me inspira. Soy del mundo de los niños. que no es precisamente este mundo: me estremece la rugosidad del árbol y me seduce el color en el arte. Si escogiera una amiga. sería una mariposa Creo en las hadas y en los distintos mundos. Si hiciera un perfume. sería un licuado de jazmines con almendras dulces. Me deleita el café con esencias de vainilla. el conocimiento me atrapa y sólo La Barcarola me libera. Me intriga el ADN y me asusta la vacuidad. Considero al poder como una enfermedad. el llanto. una limpieza y el latido del corazón. la única verdad. Porque además sé que la muerte no existe.