Requena Roldán , Javier.
Aquel árbol grita.Su sabiduría puede acabar seca.Su savia reclama agua.Sigue gritando aquel pobre árbol.Y un niño obeso, hijo de la sinrazón, grita maleducadopor su capricho.Y la madre, fraude contra natura, ceba al cerdo deinsanos momentos, de acciones que pesarán después.De negros lienzos.Y sigo oyendo el llanto de aquel pesado sufrimiento queahoga con perversión mi verde.Y sé que llegará la guerra de mi indomable naturaleza,y castigará sin miramientos.Y fustigará con su interminable rama escupiendo espinassobre sienes que desinflará.Y seguiré llorando, pues nadie ganará.Y yo grito y nadie escucha como el árbol su cantar.Y yo grito y nadie escucha, y la guerra empieza ya.