Los autores comparten la convicción de que las grandes ciudades que analizan son, en primera instancia, objeto y a la vez producto de flujos y fronteras, movimientos, quiebres y transgresiones múltiples, de modos de habitar y producir. En cada contribución se juega la interacción entre cultura, espacio, sentido y poder como ejes analíticos que ordenan, narran y dan congruencia a esta exploración multidisciplinaria.