En esta obra Manuel Espinosa de los Monteros (1773-1838), da cuenta de su estilo preciso y acerbo al anotar sus observaciones sobre lo que le rodeaba. Si bien podía llegar a ser excesivamente duro al asumir su papel de ministro y maestro en materias sagradas, echó luz sobre vivencias complejas de la vida nacional apenas a una década del Plan de Iguala y a seis años de fundada la república federal.