Cuando se diseña un sistema estructural no es posible lograr la condición de probabilidad de falla nula; no hay control completo de todas las variables. Por lo tanto, se debe diseñar el sistema para que dicha probabilidad de falla sea finita y controlada para predecir adecuadamente su comportamiento. Así, esta obra sostiene que las estructuras se deben diseñar para un determinado nivel de seguridad que, obviamente, conlleva un determinado riesgo.