Este libro busca mostrar las distintas perspectivas para abordar la violencia desde la psicología social y reflexiona sobre cómo cambian las condiciones de violencia, sus prácticas y sus efectos a los largo del tiempo, según su condición histórica. Así, considera la violencia como problema estructural y cultural, ya que la condición subjetiva es esencial para comprender los entramados de la práctica de la violencia. Da cuenta de la barbarie y también de las posibilidades de transformación de las condiciones de la humanidad.