Escobar Meléndez , Mara.
Podría decir que no escribo para nadie, que lo hago solo para mí. También podría seguir mintiendo y decir que las palabras presentes en este libro no tienen dueña o dueño. Tal vez no seas tú el dueño de ellas pero sí que puedas identificarte ya que hay algo que todos tenemos en común: a todos nos han roto el corazón al menos una vez.