ANTON CHEJOV
Cada uno de estos relatos pone una estampa ante nuestros ojos. rápida y ligera. llevándonos a la sonrisa sin ningún comentario; después. ya terminada la lectura. es cuando el humor se convierte en sutil horror al comprender toda la situación. y. lo que es más grave. al reconocer nuestra mayor o menor semejanza con los personajes vivos. Alguna vez incluso hay toda una tragedia de la naturaleza humana puesta en sordina bajo aspecto de ridícula incomprensión.