Aparentemente, la obra de sor Juana Inés de la Cruz no es demasiado diferente a la de otros autores del barroco, que dominaba entonces segunda mitad del siglo XVII el escenario literario: usa rimas perfectamente regulares, obedece a un esquema regido por estofas de tipo corriente, la longitud de sus composiciones corresponde a los usos comunes. Sin embargo, eso no impide a sor Juana presentar contenidos cualitativamente nuevos, llegar hasta su fondo y dinamizarlos con sus extraordinarios dones: su erudición, su intuición, su instinto para la alegoría.Entre los poetas y entre los poetas barrocos no se diga, los trucos son, por supuesto, de rigueur. Lo normal suele ser un milagro por estrofa