Las historias de Kraus logran lo que sólo la buena literatura: la identificación profunda con sus tramas. con sus personajes. Las reflexiones que generan van más allá de lo personal. se adentran también en lo social. con fuertes críticas a la medicina entendida como negocio. a la pretendida omnipotencia de la ciencia. a la tecnología y al carácter vertiginoso que el mundo moderno imprime a nuestros actos.