Narración que demuestra que la historia sin cuerpo es efímera, esta obra primera abreva tanto de la literatura como de los hechos, ficción y realidad, semillas quintaesenciales de la permanencia que en la palabra encuentra a la vez su derrotero, efímero, y su lugar entre nosotros. La palabra que se dice a manera de acción, es decir, de revolución y de escritura: la vuelta, el giro, el paseo y, a la vez, la andanza de una voz grabada con tino en el tiempo que, Barroso bien lo sabe, no es nada salvo que sea humano.