El mundo de hoy gasta en armas y aparatos militares más que nunca. y esto nos obliga a plantearnos de nuevo los riesgos de este orden universal y de la necesidad de proceder a una nueva oleada de desarme. que permita poner las cosas en su sitio; para que las políticas de defensa y seguridad sean compatibles con el desarrollo humano. En los últimos años se han conseguido ya importantes objetivos en materia de desarme. Ha de continuar con políticas de seguridad menos militarizadas. la reducción de los gastos militares. el control del comercio de armas. el Tratado que regula exportaciones. el control de las armas ligeras. Una agenda de desarme para la segunda década de este siglo.