?El genio, el ingenio y aun el mal genio de Twain terminan por convencernos, por arrancarnos la sonrisa, cuando no la franca carcajada?, señala Rafael Antúnez en su prólogo a Sobre la ciencia del onanismo y otros ensayos, volumen que recoge, precisamente, una muestra breve pero significativa de la vena humorística del autor de El hombre que corrompió Hadleyburg.
La risa es una cualidad inherente al ser humano (reímos incluso antes de poder hablar). Cuando una historia se cuenta con humor se puede dar paso no sólo a la risa, sino también a la reflexión a través de la sátira o el humor negro, géneros en los que Twain es reconocido como un maestro y uno de los pilares de la comedia moderna norteamericana.