Iwasaki Fernando
Samuráis con poncho andino. soldaditos de plomo que ceden su lugar a los jedis de Star Wars. grafitis leídos en el autobús que presagian la llegada de Facebook: hace treinta años. Fernando Iwasaki sorprendía a una Lima ochentera con un manojo de relatos que seducían por su mundo reconocible y entrañable. Fantásticos o de horror. resultaban tan próximos como un padre que le cuenta un cuento terrorífico a un niño a la hora de dormir. envuelto en sábanas frías y en el dulce escalofrío del miedo.