Un médico se entrega. sin saberlo. a un duelo sin fondo. Su perdición y su salvación dependen de una postal. una joven vengativa y un yonky agónico. Sobre los tonos sombríos de las pinturas del renacimiento se delinea esta trama con gis silencioso. Como en la pintura de Van der Weyden. los personajes caen en torno a los párpados cerrados de una madre. En su descenso. el médico logra rozar con las yemas de los dedos la postal de todo aquello que desconoce.