A diferencia de la crítica académica que se ha realizado en torno al movimiento estridentista, este libro tiene una virtud importante que el lector podrá notar desde las primeras páginas. Más allá de los tecnicismos o un diálogo exclusivo con conceptos teóricos, en ¡Viva el mole de guajolote! Nuevos asedios al estridentismo, su autor reconstruye los entramados vitales que posibilitaron tanto la escritura como la publicación ?y por ende la recepción? de las obras de los autores centrales de este movimiento en el contexto cultural de la época. No por ello resta rigor, sino todo lo contrario. El lector que ya conoce la trayectoria de Evodio Escalante sabe de su talante como investigador, amén de ser uno de los conocedores más entusiastas de la vanguardia mexicana. Por mor de este bagaje, el crítico literario supera en estas páginas el lenguaje propiamente académico para lograr un conjunto de ensayos que alcanzan un equilibrio entre crítica y creación.